Con una emotiva ceremonia de cierre, y después de casi dos años compartiendo aprendizajes, juegos y distintas experiencias, Operación Infancia finalizó con éxito sus talleres en el Colegio Pomaire, ubicado en la comuna de Melipilla.
Durante dicho periodo, la fundación realizó cinco salidas -dos versiones de verano y tres visitas en el año-, movilizando a cerca de 120 voluntarios. Asimismo, compartieron con más de 90 niños y niñas del sector, que en promedio asistieron a 2 o más intervenciones cada uno. Los que a través de distintas actividades pudieron desarrollar habilidades socioemocionales (HHSE) clave como la empatía, el reconocimiento de las emociones, desarrollo del autoestima, trabajo en equipo y la resiliencia.
“Estamos profundamente agradecidos por la acogida que nos dio la comunidad de Pomaire desde enero de 2024 a septiembre de 2025. Haber compartido con tantos niños y familias nos llena de orgullo y nos motiva a seguir expandiendo con fuerza nuestro compromiso de acompañar los sueños de la infancia en otros lugares a través del vínculo y el juego”, señaló Nicolás Acevedo, director ejecutivo de Operación Infancia.
De acuerdo a una medición hecha por la fundación, un 40,1% de los niños evidenció avances en test psicométricos aplicados durante las actividades. Además, según una encuesta realizada a los apoderados, los niños mostraron una mejor actitud frente a la escuela, mayor control de sus emociones, más empatía, colaboración con otros y un sentimiento más fuerte de ser escuchados e importantes.
“Mi hija atesora profundamente Operación Infancia; es un gran y valioso aporte, compañía y contención para ella. Los adora y estamos inmensamente agradecidas”, comentó una apoderada.
Desde su creación en 2019, Operación Infancia ha estado presente en 20 comunas de cuatro regiones del país: Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y La Araucanía. En este camino ha acompañado a cerca de 1.700 niños y niñas junto a más de 1.500 jóvenes voluntarios. Hoy, la fundación seguirá activa en ocho escuelas de comunas como Calle Larga, Peñaflor, Melipilla y Lampa, reafirmando su propósito de que más niños crezcan con el derecho a soñar.